Por Gemo
Bajo este cielo estrellado
la Plaza Dignidad vela nuestros sueños de cautivos
las calles vacías y los toques de queda.
La Plaza de la Dignidad
cuida de nuestras banderas
que como toda bandera son ríos de sangre,
decía la Stella Díaz.
Las banderas esperan agazapadas entre los árboles del Forestal.
Esperan el retorno de la Primera Línea.
Esperando está la Plaza de la Dignidad,
el regreso de los muchachas con sus cabelleras rojas,
y el regreso de los muchachos con sus pañuelos de fuego.
La Plaza vela el sueño inquieto de los suicidas,
se derrama lentamente con el Mapocho hasta nuestras poblaciones.
La Plaza de la Dignidad espera paciente, a que vuelva el Pueblo.
a vengar el oprobio que un día sufrió,
cuando un déspota se sentó en sus gradas.
La Plaza de la Dignidad espera ese día,
en que volveremos a gritar Libertad.